La viceconsejera de Justicia de la CM, Yolanda Ibarrola, clausuró el acto que contó con los testimonios del presidente de la Asamblea de Madrid, Juan Trinidad; el magistrado del Tribunal Supremo Manuel Marchena; y la delegada del gobierno contra la violencia de género, Victoria Rosell Aguilar, entre otros.

Bajo el lema «Por los derechos de las mujeres y un futuro igualitario», el ICPM reunió el viernes pasado a significativos representantes de la jurisprudencia, la empresa, la comunicación y la política con motivo del Día Internacional de la Mujer. En el mismo acto se entregó el premio «Eulalia Ruiz de Clavijo» a las mujeres del Cuerpo Nacional de Policía. Abrió el acto el decano Gabriel María de Diego, para agradecer a sus compañeras de la procura, «porque vuestras propuestas en lo relativo a igualdad de género y conciliación son tomadas en cuenta, y están logrando un Colegio que defiende y trabaja por la igualdad de la mujer, de sus derechos sociales, laborales y económicos». Y concluyó, con orgullo, que «el 65% de las procuradoras de Madrid son mujeres.»

La presidenta de la Comisión de Igualdad del ICPM Pilar Azorín-Albiñana, ejerció de conductora del evento, en el que Manuel Marchena, magistrado del Tribunal Supremo y presidente de la Sala de lo Penal, afirmó en su intervención que la lucha por la igualdad es «objeto de un pulso que nos afecta a todos. La reivindicación por la igualdad de derechos es universal, lo que no debe oscurecer el compromiso individual de cada uno de nosotros. Debemos desprendernos del peso de la historia y mirar hacia el futuro, para huir de la autocomplacencia y seguir en la lucha continua». Por su parte, Juan Trinidad, presidente de la Asamblea de Madrid, afirmó «soy afortunado por haber nacido en una familia que nos dio una educación basada en la tolerancia y en la igualdad. Nunca hubo distinción entre hermanos y hermanas. La igualdad ha evolucionado y ha mejorado en 50 años, el papel de la mujer ha cambiado bastante, pero sigue habiendo violencia y brecha salarial. Los representantes públicos debemos ser claros en el mensaje de que no se va a dar un paso atrás en esta lucha. Aquí no hay ideologías, aquí hay necesidad de lograr derechos. Y en esta lucha no sobra nadie».

La delegada del gobierno contra la violencia de género Victoria Rosell, comenzó nombrando a las 14 mujeres asesinadas en lo que llevamos de año «podemos hacer mucho para luchar contra la desigualdad, que es el germen de la violencia machista. Su única vacuna es la educación», aseguró. Rosell, que resaltó el valioso trabajo de las mujeres en los juzgados de guardia, reconoció que hay que revisar la ley para la protección de las víctimas «porque si el problema es social, la solución es social. Todas las políticas deben esforzarse en diseñar medidas de protección, retención y reparación». Mercè Perea i Conillas, vocal de la Comisión de Justicia del Grupo Parlamentario Socialista, vocal de Trabajo, Inclusión, Migraciones y Seguridad Social y portavoz del Pacto de Toledo en el Congreso de los Diputados, evocó con cariño a Carme Chacón, y basó su discurso en el ámbito laboral «donde existe una concepción consciente e inconsciente que ha impedido el acceso de la mujer a los puestos de responsabilidad; una concepción mental mal adaptada a los tiempos. Conquistar un derecho es un camino duro y costoso; perderlo es muy fácil. Hay partidos que buscan desandar lo conseguido por el feminismo, pero debemos reivindicar igualdad efectiva, libertad. Es una lucha colectiva, de todas y de todos».